De las pocas fotos que se han recibido de estos días navideños ésta creo que es la más original, la que resume los cambios de personalidad que el turrón provoca entre los mortales, y la que nos hace sentir más próximos a nuestros amigos en los momentos de confusión.Para entender el alcance de esta escena hay que tener en cuenta que Sinaty -el prota- abandonó el wisky y la cerveza hace años, el tabaco ni lo huele y es una asiduo a las pistas de tenis cada fin de semana. Imaginemos los ausentes cómo estarían los demás...
También cabe la posibilidad de que se trate de un posado y no de una foto robada, que Sinaty es muy de cumplir con los ritos.

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