A caballo, en carreta o andando; con mucho polvo, jamón del bueno y fresca manzanilla van los romeros camino de la aldea.
Las calles son de tierra, y las casas, si quedan libres, de alquiler. Se paga un pasta, pero eso en la época del Rocío. ¿A cómo está el fin de semana de casa a finales de septiembre en el Rocío?. Es otra opción: La Hermandad en la Aldea del Rocío. Clavado.
La aldea es muy chica, pero la cosa tiene su aquel. No molestamos, no nos molestan. Estamos aislados y hasta podemos echar una tarde de ejercicios espirituales. Meditemoslo.
Aquí os dejo, para ir abriendo boca, un cachito de la salve rociera interpretada por Rocío Jurado, la más grade, junto con los Marismeños. Es la parte del ¡Olé, Olé, Olé!, la que más me gusta. Recuerdos. (¿alguien sabe quién coño es el de la chaqueta blanca?)
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