
Son muchas las voces que nos hablan de falta de unidad, de que es preciso volver a apiñarse y con las baterías a tope. No es ningún secreto la existencia de segregaciones, de separaciones y de malas miradas. Es posible que sean cosas de la edad y del aislamiento, pero parece que son reales. Al menos un sector de los Hermanos así lo percibe. Mi opinión es intranscendente en este asunto.
Un servidor, que quiere velar por el porvenir de la cofradía de la Hermandad de Septiembre y por la armonía entre los Hermanos, ha estado reflexionando seriamente en busca de una solución: los ejercicios espirituales. No sé si sirve para algo, los hice de niño con los curas y ya veis el resultado, más bien cortito, pero los días de enclaustramiento fueron jornadas de hermanamiento, buenas voluntades y mejor rollito. Tal como está el patio eso ya es mucho.
Como propuesta os presento una casa rural. Tengo buenas

Pues nada, eso era. Y como de costumbre las opiniones no las mandéis al foro ni a los comentarios. Que ustedes lo pasen bien.
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