No quisiera dejar pasar este día sin felicitar a los padres de mis buenos amigos Javier Amorós Gil y Javier Rico Carbonell por el buen gusto demostrado al haber agraciado a sus niños con el nombre que con tanto orgullo, tanta gracia y tanto salero pasean por los cinco continentes. Gracias.(Javier: nombre adoptado en la segunda mitad del siglo veinte por los seguidores del santo antes llamado Francisco J.
Los poseedores de este nombre se caracterizan por ser personas tiernas, sensibles, sociables, generosas, caballeros a la antigua usanza. ¡Unos soles, vaya!. Mi enhorabuena.)

No hay comentarios:
Publicar un comentario