El único color es el rojo. El color de la selección y el de la mejor afición del mundo, que cuando España pase de cuartos dirá eso de "no, si ya sabía yo que este año tocaba, se acabó el pesimismo, somos los mejores, este año campeones" con la misma alegría y convencimiento que dirá "como siempre, que no hay manera de pasar de cuartos, aquí hay que cambiarlo todo: jugadores, seleccionador y directivos", en el supuesto de que Italia nos ahogue de mozarella.
Los pases a un sólo partido suelen ser a cara o cruz. Para que la suerte nos acompañe bueno será que nos eche una mano San Judas Tadeo, patrón de los imposibles. No veo otra forma.

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