
Ayer día 15 de junio, José Tomás cayó tres veces en las Ventas. Tres cornadas. Vestido de grana y oro cortó tres orejas y acabó en la enfermería.

Según las crónicas, cuando el toro no lo buscaba, el diestro le facilitaba el trabajo arrimándose hasta que la plaza enmudecía de pánico.
Muchos buscan la entrada por el morbo antes que por el arte, de manera que a ver si os vais a quedar con la entrada y sin torero. ¿Le queda alguna corrida a José Tomás antes de llegar a a Alicante?. Yo lo miraría.
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