La fiesta de Halloween, no obstante, ha calado en España como si fuera nuestra de toda la vida. Supongo que más por la fiesta que por el Halloween, que ya se sabe que no hay fiesta que se nos resista. Aunque la Iglesia advierte que la dichosa fiesta tiene un "trasfondo de ocultismo" sobre el que nos previene.Lo suyo es que esa noche nos disfracemos con atuendos tenebrosos, siniestros y misteriosos (por favor, olvidar los disfraces de Hawayanos y de los Picapiedra). El objetivo es provocar miedo, pánico, terror...por eso es conveniente llevar el rostro oculto, para evitar descojonamientos.
¿Y cómo qué no estamos en edad?. La foto que acompaña este comentario es de hace un par de años y os aseguro que sé quién se esconde bajo los disfraces. No son niños.

No hay comentarios:
Publicar un comentario