Esta es la conclusión a la que han llegado investigadores de después de realizar un estudio genético a más de 60 centros de investigación a más de 90.000 personas.
El estudio, que se ha publicado en Nature Genetics, identificó seis variantes genéticas que están asociadas con un índice de masa corporal elevado. Cinco de estos genes están relacionados con la actividad del cerebro y no con funciones metabólicas como la acumulación de grasas o el consumo de azúcares.
"Estos hallazgos sugieren que la gente puede estar programada para comer demasiado", afirma Cristen Willer...y bla, bla, bla, bla...
Conclusión propia: lo de la tapita con los amigos no era más que un reclamo publicitario; para perder "humanidad" hay que visitar al psiquiatra y no al diteísta; una hamburguesa chorreando de mayonesa y ketcup, rodeada de patatas fritas con su lata de cocacola, sólo ese una inscripción cerebral; la barriguita cervecera es una imagen de nuestra psique y el ensanchamiento que sobreviene con la edad debe de ser pura maduración intelectual. ¡Ya me parecía a mi!.
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