Un comité vecinal -dependiente del Partido Comunista Chino- de un barrio de la capital, Pekín, ha decidido tomar medidas contra una práctica que ellos consideran indecorosa pero que los ciudadanos practican a menudo: pasear en pijama por la calle.
El hábito de vestir en pijama está muy arraigado en la tradición de los chinos, en contraste con la sobriedad con la que viste la casta dirigente del país. La decisión de escrutar la vestimenta de sus conciudadanos ha causado estupor entre la población.
Un vecino del barrio responde: “Los pijamas son sólo un tipo de ropa. Son confortable y baratos”.
Costumbre tan curiosa y pintoresca no ha sido referida por nuestros hermanos en China, lo que es altamente llamativo. A esto se le suma las opinión cada vez más extendida de que las fotos que llegaron a este blog, donde se ve a los Hermanos en China afanados en el penoso trabajo de catar vino, no sean más que un montaje relacionado con el "caso patilla". Personalmente un servido no lo cree.
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